Asturias, la sidra y la manzana

Asturias es una región con un gran potencial en todos los sentidos, sus gentes, sus recursos naturales, sus paisajes, su cultura… Y uno de nuestros valores es la manzana. Este artículo es una reflexión personal y no pretende ser ni una clase ni una directriz, ya que, en primer lugar, yo no soy ningún experto ni profesor, soy un aficionado que pone todo su empeño en intentar hacer bien su trabajo que, a la vez, es su pasión. Profesores con experiencia y gente preparada son los viveristas como Pepe Madiedo de Viveros Madiedo y José de Viveros la Lloba. Personas que se han pasado años estudiando cómo se comportan los árboles y conocen por ello muchos de sus secretos. Hace 25 años, yendo a Villaviciosa empezó a llamarme la atención el fruto del manzano. Cuando iba en coche empezaba a ver pomaradas y pomaradas de árboles gigantescos que me impresionaban. Esos árboles han pasado de ser grandes, gracias al patrón franco, a ser pequeños, ya que se plantan con patrón mm106-m7 cuya razón no es otra que buscar una mayor manejabilidad y una precoz y gran producción, yo me pregunto: �por qué se hace esto? �Se ha pensado en lo más importante que es en buscar la calidad del fruto? Cuando se plantan estos nuevos manzanos se ignora si serán capaces de aguantar los vientos y la climatología adversa, ya que lo que se pretende únicamente es un bajo mantenimiento y un cuidado mínimo. Estos árboles sabemos que se plantan buscando mucha producción, aun sabiendo que va en detrimento de la calidad, pero �por qué?, si la calidad es primordial para poder venderla. Hemos avanzado o quizás hemos retrocedido. Que cada uno saque conclusiones. En el mundo de la sidra queda una largo camino por recorrer, hay que investigar mucho y de forma coherente. Tiene que haber menos competencia y más innovación conjunta. Somos una pequeña región que debe de comerse aún un pastel tan grande como es «el mundo». Para buscar y plantar los mejores manzanos pienso que deberemos escuchar, en primer lugar, a los «llagareros», cosa que no se hace, para saber qué manzana necesitan para elaborar su sidra, ellos son quienes nos tienen que decir sus necesidades, ya que ellos nos compran y a ellos tenemos que satisfacerlos como clientes al igual que ellos tendrán que hacerlo con los consumidores de sus productos. Ellos nos tendrán que decir qué características debe de tener la manzana que necesitan. A ellos hay que preguntarles qué variedades buscan. �Si necesitan manzanas ácidas, amargas, dulces? �Qué variedades consideran que son más recomendables para su posterior elaboración? �Si quieren que la manzana tenga más polifenoles totales o menos? Tenemos que preguntarles �cuándo les gustaría mayar y en qué fecha?, �y cuánto les gustaría que durase la campaña de mayado?, �es bueno que la campaña dure dos o tres meses?, preguntas y más preguntas que no suelen llegar a su destinatario: el «llagarero». Lo que no se puede hacer es seleccionar los árboles porque éstos produzcan más o porque den más mosto y olvidarse de la calidad del fruto y olvidarse de quién nos compra el fruto, que es, en definitiva, el «llagarero». Después de este paso, también tendremos que preguntar a los cosecheros para que nos digan qué manzano se adapta mejor a los terrenos, dónde crecen los mejores árboles y cuáles dan los mejores frutos. Qué variedades son las que mejores resultados les dan, las más resistentes a las enfermedades, etcétera. En conclusión, el manzano es un vegetal como lo es una viña, como lo es un ciruelo o un peral, cuando hay una excesiva producción peor calidad de fruto y esa calidad, como sabemos, es primordial para una posterior venta y para poder elaborar productos que compitan y se vendan con prestigio en cualquier lugar del mundo. Creo que debemos de ir a producciones equilibradas, fruto de la buena selección de los patrones y de las variedades, deberemos pensar muy bien qué tipo de marco de plantación vamos a seleccionar, también tendremos que evitar el uso excesivo de abonos y sólo echarlo cuando el árbol lo necesite, «evitar» herbicidas sistémicos, etcétera. De esta manera conseguiremos árboles con frutos en la dirección que he apuntado anteriormente. Debemos de trabajar más en equipo, cosecheros y «llagareros», saber escuchar más para, en definitiva, unir esa cadena, cadena que si está coordinada y es coherente nos llevará a conseguir un mejor producto final y alcanzar el éxito global. Entrando en otra cuestión, quiero mencionar otro asunto que considero de importancia: «Hay patrones (árbol MM106, M7, MM111, M109, franco) y no sólo variedades de manzana («xuanina», blanquina, «raxao», regona, durona de tresali, panquerina etcétera )que son más adecuadas que otras para elaborar un determinado tipo de sidra (champanizada, natural, nueva expresión, etcétera). Desde luego que con cualquier patrón y variedad de manzana se hace cualquier tipo de sidra, pero pienso que no se hace «el mejor tipo de sidra», (por tipo me refiero a champanizada, sidra natural, etcétera). Hoy en día se usan todos los patrones y variedades de manzana para hacer todos los tipos de sidras, sin haber selección. Si podemos hablar de selección, la hay y mínima, y esta suele ser de variedades de manzana, pero no de patrones. Cada tipo de patrón y cada tipo de variedad, en conclusión, creo que debe de ir orientado más a un tipo de sidra o de bebida determinada. La misma variedad plantada en patrones distintos nos da sabores y características del mosto distintas. Para terminar, quiero hacer un comentario sobre patrones de manzano y suelos de Asturias. «No todos los patrones, como el patrón mm106 que está recomendado, son aptos para plantarlos en todo tipo de suelos de Asturias. Nosotros, Llagares Valverán en Sariego, hemos sido de las primeras «fincas grandes» que producen manzana, en plantar el patrón M7, gracias a los consejos que me dio un viverista, Pepe Madiedo. Los patrones que se recomendaban en aquella época, en 1999, eran el MM106 y el mm111, pero no los elegimos por no ser los más apropiados para nuestra zona, éstos son patrones muy buenos para suelos bien drenados, pero eran, desde nuestro punto de vista, poco recomendables para suelos muy compactos y húmedos, como los que nosotros teníamos. En nuestro concejo mucha gente había plantado el patrón mm106 con nefastos resultados, debido al ataque que sufría el árbol en la raíz por culpa del hongo «phithophthora» (fitoctora). También es necesario que sepamos que plantar árboles de patrón poco vigoroso tipo mm106 y m7 supone que tendremos ventajas y desventajas, una de las desventajas es la de tener producciones tempranas, desventaja, porque hay que hacer aclareos continuos de fruto y entutorado de los árboles y eso es dinero y tiempo, ya que éste al ponerse a producir antes de tener un esqueleto ramas, tronco desarrollado (tarda 5 años en semiformarse), acaba por deteriorarse, por el peso de sus frutos, viento, etcétera, y, por consiguiente, termina o rompiéndose parte de él o acaba en el suelo. Hay árboles de dos años o tres que son una vara con 5 manzanas, que más que parecer un árbol parece una caña de un pescador capturando un salmón de 5 kilos. Estos árboles sufren y acaban por romperse o, incluso, si no están entutorados acaban, como dije antes, en el suelo. Si uno quiere despreocuparse de estos temas y no realizar mantenimientos de este tipo es mejor que se vaya a patrones de más vigor con el franco, m111, etcétera. En el vivero le recomendarán. En rasgos generales y hablando de nuestra zona, Sariego, después de plantar todo tipo de patrones en nuestra finca de 83 hectáreas, nos dio buen resultado el patrón M7, aunque, como dije, entutorando y aclareando frutos y tenemos puestas muchas ilusiones en el m109, aunque tendremos que esperar para ver resultados. Estos árboles son buenos para suelos húmedos y compactos, con arcilla. Para suelos de labor, sueltos y bien drenados, creemos que es mejor franco, el mm111 o, incluso, el mm106. Para suelos de secano y en pendiente recomiendo patrones (árboles) con vigor y raíces potentes que tengan resistencia a la sequía. Nosotros también hemos apostado algo por el patrón franco, aunque sabemos sus limitaciones. Eso sí, si uno quiere plantar árboles que apenas tengan mantenimiento y árboles con producciones equilibradas, debe de ir con patrones de cierto vigor. En conclusión, tenemos muchas preguntas y buscamos muchas respuestas que sólo el tiempo,con paciencia, nos tratará de explicar. Nos hemos dado cuenta y eso es lo importante, que sabemos muy poco y ésa es una de las razones que nos impulsan a investigar y continuar, si cabe con más ilusión, en este proyecto que es Asturias, la sidra y la manzana.

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