Tras varios años en los que el sector venía demandando variedades amargas de manzana de sidra plantadas en la región -que, al igual que las dulces, no son nada habituales-, el Consejo Regulador de la Sidra de Asturias y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) iniciaron el pasado 9 de marzo la entrega del material vegetal perteneciente a una de estas variedades amargas considerada de máximo interés en base a las demandas de los productores y elaboradores.
En concreto, se trata de una variedad local detectada por los técnicos del Serida en su prospección realizada a mediados de la década de los 90. Según informaron el Consejo Regulador de la Sidra de Asturias y el Serida, «con esta transmisión se pretende involucrar a elaboradores y productores en la evaluación final de ésta y otras variedades y adelantar su multiplicación para disponer de una amplia oferta en el menor periodo de tiempo posible».
Fase de investigación
En el plazo de un mes, un comité técnico formado por representantes del sector productor de manzana, de los elaboradores de sidra, investigadores del Serida y representantes de la administración se reunirá para evaluar la marcha del proceso de multiplicación de esta variedad local de manzana de sidra amarga.
Según recuerdan el Consejo Regulador de la Sidra y el Serida, por el momento esta primera fase tiene una finalidad experimental y demostrativa para lograr la multiplicación de esta variedad. No se comercializará hasta que finalice la investigación.