El informe de la Dirección General de Calidad reconoce que el nombre elegido para la denominación de origen de la bebida regional, Sidra de Asturias, es «muy completo y cumple la finalidad de acreditar el uso y la notoriedad del nombre geográfico en la comercialización de la sidra asturiana». Además, también se aceptan en términos generales la documentación relativa al etiquetado.