Ignacio Fuejo Presidente del Consejo Regulador provisional : “La sidra tendría problemas sin Denomin

Bajo su mandato en la Secretaría General de Turismo, el sol de Miró se convirtió en el logotipo que promocionó la imagen de España como destino vacacional por todo el mundo. Ignacio Fuejo se retiró de la política activa a principios de los 90, tras abandonar la dirección de Paradores Nacionales, pero ahora retorna de nuevo al ruedo de la vida pública. El Principado decidió el pasado miércoles su nombramiento como presidente del consejo regulador provisional de la denominación de origen de la sidra. –Su ventaja es que no le van a comparar con su antecesor en el cargo, porque no lo hay. –En primer lugar, debo decir que este ofrecimiento es un halago y un honor para mí, porque la creación del consejo regulador de la sidra supone un avance muy importante para el sector y constituye una decisión vital. Pero no es la único positivo, porque en los últimos años ya se han hecho otras cosas buenas. El etiquetado de las botellas, por ejemplo, es una muestra de que los empresarios se están tomando el futuro muy en serio. — �Está al tanto de la polémica política que rodea a la denominación de la sidra? –Lo cierto es que todo gira en torno a la política, y más en una región como Asturias, donde se trata de una actividad muy dura. Pero también creo que no hay tanta división como se da a entender; por lo que he oído, la designación de los miembros del consejo regulador se ha hecho por unanimidad. — �Le resulta sorprendente que PSOE y PP tengan posiciones tan discrepantes? — �Y en qué asuntos comparten la misma opinión? Polémicas aparte, el futuro del sector estará al final en manos de los profesionales y no de los políticos. Lo que no comparto en absoluto es la forma que determinados sectores tienen de hacer política. Yo no soy amigote de nadie, estoy aquí para trabajar por este proyecto. — �Cuál va a ser el papel del recién elegido consejo regulador? –En principio, la denominación de origen exigirá mantener un alto nivel de rigor y seriedad en las producciones, algo por lo que nosotros deberemos velar. El objetivo pasa porque la sidra cumpla las normas establecidas en el reglamento de la denominación. — �Y hasta dónde llegan sus responsabilidades? –Mi función será más activa en estos primeros meses, pero una vez que todo esté en marcha, lo lógico es que entonces llegue el relevo por parte de alguien más especializado en la materia. Puede ser un año o más, en todo caso, estaré el tiempo que sea necesario. — �Supone un problema el hecho de que la denominación aún no haya sido aprobada por la UE? –Sería una temeridad por mi parte entrar en esas cuestiones. De momento únicamente estamos dando los primeros pasos, aunque desde la Consejería de Medio Rural se ha venido trabajando a fondo en esta materia desde hace varios meses. — �Hacia dónde camina el futuro de la sidra? –En estos momentos, la entrada en vigor de la denominación supone un avance realmente importante y una buena señal para el sector, que se ha tomado esto muy en serio. No hay más que ver la evolución que han experimentado vinos como el Rioja o el Ribera del Duero tras obtener esta certificación. Sin la denominación, la evolución de la sidra estaría abocada a grandes problemas.

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