La exportación de la sidra asturiana debe empezar ya a las puertas del lagar

José Cardín Zaldívar es el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias. Los 17 lagares que pertenecen a la marca se encuentran en plena campaña de promoción por toda España. -La campaña de promoción de la sidra avanza con paso firme. Está satisfecho de los resultados que se están obteniendo hasta ahora? -Es el principio de una nueva actividad de promoción, que va en serio. Se trata de algo que venimos poniendo en marcha y trabajando sobre ello desde hace mucho. Estamos decididos a promocionar nuestra sidra. -Esta campaña, prometida por la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, hace casi tres años, marcará un antes y un después para la bebida regional con denominación de origen? -Se aprecia un cambio de mentalidad. Toda la negociación, estudios, las reuniones, discusiones que tuvieron que realizarse para poner en marcha la denominación de origen contribuyeron a un mayor conocimiento y entendimiento entre todos. -También a que se viesen nuevas posibilidades para la sidra? -Pues sí. El mundo de la sidra llevaba mucho tiempo encerrado en sí mismo, sin evolucionar. La denominación de origen no sólo es una marca. Es una garantía que liga al producto con la tierra de la que procede. En este caso se certifica que la sidra que elaboramos es de manzana asturiana, de unas variedades determinadas. -Entre los empresarios sidreros de Asturias aún quedan asperezas que limar? -Vamos entendiéndonos cada vez mejor. Algunos tienen clara su falta de confianza en la denominación, y están en todo su derecho de entrar o no entrar cuando quieran. -La elaboración de sidra de la campaña 2006 fue más baja que en la anterior. Fallan las expectativas de venta? -La elaboración bajó porque también cayó la disponibilidad de materia prima. Sin embargo, las expectativas de venta eran mejores. Las expectativas dependen en gran parte de la intuición y el optimismo de quienes tienen que vender. Tenemos la sensación de que el producto va consolidándose. Están aumentando las ventas. La nueva cosecha se presentará a finales de junio. -La selección de empresas que participaron en el Salón internacional Sicer enfadó a muchos lagareros asturianos. Mereció la pena el esfuerzo? -La feria Sicer no por controvertida deja de ser un hito para la sidra. Fue algo importantísimo, más de lo que esperábamos para el desarrollo futuro del sector, en cuanto a contraste de productos, intercambio de información y opiniones, conocimiento de mercados en países con los que tenemos vinculaciones de más de cien años. Siempre pensé que iba a ser una cosa importante, y realmente así fue. Quedó patente que la sidra de Asturias está a nivel superior en muchos aspectos. Hemos visto productos como la sidra de hielo, que no podemos hacer por cuestiones climáticas, pero podemos codearnos con cualquiera. -Entiende el malestar de los lagareros que se quedaron fuera de la feria, por el mero hecho de no pertenecer a la Denominación de Origen Sidra de Asturias? -Comprendo perfectamente las críticas que despertó. Entiendo a quienes fueron excluídos por razones de organización o lo que sea. Los criterios siempre son opinables, pero quien los estableció lo hizo porque le parecieron los más oportunos. -Algunos ya hablan de una clara división entre sidra rica y sidra pobre. -No creo que eso responda a la realidad, ni mucho menos. Lo que pase con la sidra depende mucho de nosotros y de nuestra madurez, de que sepamos valorar la situación. Lo digo desde el punto de vista de alguien que lleva muchos años dedicado a este sector. Recuerdo cuando se establecía la división tajante entre lagareros y fabricantes. Nuestra obsesión siempre fue prestigiar nuestro productos. Por ejemplo, la sidra espumosa se bebe mucho. A la gente ya no le da vergüenza decir que la toman. No es un producto de segunda. -No hace demasiado existía la impresión de que en ocasiones especiales descorchaba una botella de sidra quien no llegaba al champán francés. -Esto ya no es así. Sidra hecha en Asturias se encuentra por todo el mundo. Algunas marcas tienen mas prestigio fuera que dentro. -El incremento de ventas en la denominación de origen se nota más con algún producto en concreto? -La que tiene un desarrollo mas inmediato, en términos absolutos, en Asturias y su entorno, es la sidra natural tradicional. En términos porcentuales, la sidra espumosa o brut va por delante, porque partía de cero. -La psicosis de la exportación recorre los lagares. El sector está preparado para dar ese gran salto? -Yo siempre digo que la exportación empieza a las puertas del lagar. No está todo hecho, ni mucho menos. Estamos haciendo productos innovadores, pero tampoco tanto. La sidra de nueva expresión, la espumosa… todo esto se hacía en Asturias en el siglo XIX con una tecnología muy primitiva que no permitía la competitividad del mercado, y por eso desaparecieron. Ahora tenemos nuevas tecnologías y conocimientos. El salto al extranjero se va a dar. Hay sidra en América y Europa. Gusta mucho en Inglaterra, que es un sitio muy difícil, donde tienen su propia idea de lo que debe ser la sidra. -Vamos, que Asturias ha quedado bien ante japoneses, italianos, ingleses y demás colegas sidreros del mundo -No seremos los mas grandes, pero somos los mejores. -La gente va a Reims a ver bodegas de champán y vuelve contando maravillas. Por qué no existe en Asturias una ruta de lagares? -Nos falta el marketing. La división entre lagareros e industriales ha sido nefasta. En este momento somos más conscientes de que juntos vamos a poder, porque individualmente se van a diluir nuestros esfuerzos.

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