Nueva variedad amarga de manzana de sidra

En los últimos años desde el Consejo Regulador de la Sidra se viene observando con preocupación una problemática creciente y cada vez más generalizada en el mundo de la sidra. El número de variedades de manzana de sidra que se plantan en Asturias es cada vez más reducido y esta situación se ve agravada por ser la mayoría de ellas de tipo acido. Otras variedades con los perfiles tecnológicos requeridos para la elaboración de nuestra sidra, como son las variedades amargas y dulces, son escasas en nuestra región.

Desde comienzos de este año 2010, y ante la demanda trasmitida por parte del sector elaborador vinculado a la D.O.P. de disponer de nuevas variedades de manzana (variedades principalmente amargas y dulces), el Consejo Regulador de la D.O.P. Sidra de Asturias ha puesto en funcionamiento un Comité Técnico con la finalidad de potenciar y coordinar la comunicación y transferencia de información entre los distintos agentes implicados en la producción de manzana y elaboración de las sidras de calidad.

Este Comité Técnico está formado por una nutrida representación del sector productor de manzana y elaborador de sidra, a su vez lo completan en calidad de asesores representantes de la administración central y los responsables del área de investigación del Serida.

Tras una primera reunión de este comité, los primeros resultados no se han hecho esperar. El Serida, organismo encargado del desarrollo de los proyectos de investigación entorno a la evaluación, selección y mejora de variedades del manzano de sidra, ha trasmitido su voluntad de facilitar a los principales viveros de Asturias el material vegetal correspondiente a estas variedades demandadas por el sector elaborador, y que se encuentran actualmente en una fase avanzada de investigación.

Con fecha 9 de marzo de 2010, en las instalaciones del SERIDA, y con el Consejo Regulador como coordinador de este proceso, tuvo lugar el acto de entrega del material vegetal perteneciente a una variedad local amarga considerada de máximo interés en función de las demandas del sector. Se trata de una variedad local localizada por los técnicos del Serida en su prospección realizada a mediados de los años 90.

Con esta transmisión, se pretende involucrar tanto al sector elaborador como productor en la evaluación final de esta y otras variedades, procediendo a su vez al adelanto de su multiplicación con la finalidad de disponer de una amplia oferta en el menor periodo de tiempo posible.

En el plazo de un mes, el Comité Técnico del Consejo Regulador se reunirá con la finalidad de evaluar el proceso de multiplicación de esta variedad local de manzana de sidra. A su vez, se fijarán las bases de un protocolo de actuación en torno a esta y otras variedades de manzana de sidra en fase avanzada de investigación.

En esta primera fase, la entrega de este material al sector viverista tiene una finalidad experimental y demostrativa, no teniendo como fin su comercialización hasta que finalicen los trabajos de investigación. Los viveros colaboradores desarrollan esta labor de multiplicación de una forma desinteresada y altruista, con el fin de avanzar de la manera más rápida y eficiente integrando a las partes implicadas.

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