Para presidir el Consejo de la Sidra no vale cualquiera, hace falta tacto

José Luis Rubiera, preside la Asociación de Cosecheros de Manzana de Sidra (Aacomasi), una entidad que, reconoce, ha salido fortalecida de las elecciones al Consejo Regulador de la Denominación de Origen «Sidra Asturiana», celebradas el jueves en Villaviciosa. La lista de los cosecheros «arrasó» en las votaciones y obtuvo un respaldo mayoritario de los cultivadores censados. Aacomasi logró los seis delegados del sector y dejó sin representación a la llamada lista independiente. Aun así, Rubiera huye de triunfalismos y se muestra dispuesto a trabajar junto a los otros cinco vocales cosecheros y a los seis de los lagareros, para que la sidra se conozca, de verdad, fuera de Asturias. -Los cosecheros del Consejo Regulador les han votado mayoritariamente. �Es el momento de euforia en la cooperativa? -Cuando supe los resultados no pegué un salto de alegría. Somos gente humilde, trabajadora, y esto no lo hacemos por ocupar poder. Para nosotros es un compromiso. Soy muy aficionado a los toros. Al Viti le preguntaron una vez por qué no sonreía en la plaza, y contestó que un médico, cuando opera, no se ríe. Esto de la sidra también es algo muy serio. Nosotros luchamos para que ganase nuestra candidatura. Era la mejor, reunía las condiciones de representatividad. Asimilamos las elecciones como un reto y ahora toca fijar programas de actuación y trabajo. El miércoles, los seis candidatos nos reunimos con la junta rectora de Aacomasi para perfilar detalles para los cuatro años que vienen. El jueves será la primera reunión del nuevo Consejo Regulador, con el objetivo de elegir presidente. -�Se ve como presidente del Consejo Regulador? -En principio puede ser cualquiera de los doce vocales. Los otros seis son lagareros. Muchas veces se habla de Aacomasi como la cooperativa de Rubiera. Soy uno más. Los cargos no me apetecen especialmente. Vivo en una casería, tengo muchas cosas que hacer. -�Apuesta por un hombre de fuera o de dentro del sector? -Todo tiene pros y contras. Tiene que ser alguien con mucho tacto, que conozca esto. A veces, no el que más sabe es el más adecuado. Somos todos un poco difíciles. Para ese cargo no vale cualquiera. Saldrá el que más votos tenga. La Consejería de Medio Rural actuará como mediadora. -�En qué pensó cuando supo que la otra candidatura de cosecheros no había sacado ningún delegado? -El recuento se hizo muy largo, estábamos impacientes, pero confiábamos en la gente. Lo cosecheros confiaron en nosotros. Incluso nos votó gente que no son socios nuestros. -�Qué servicios presta la cooperativa a los propietarios de pomaradas? -Aacomasi cuenta con un gran potencial humano. Tenemos trabajadores de campo, ingenieros y casi trescientos socios que reciben muchos servicios gratuitos. Todos no están en la denominación de origen, pero hay más de cuarenta solicitudes que están pendientes de resolverse. -�Cuál ha sido, para usted, el gran logro de la asociación en estos años? -Yo siempre destacó que pese a ser una cooperativa humilde siempre hemos trabajado en una línea muy profesional. Solamente admitimos socios que tengan plantaciones nuevas, de manzanos en eje vertical, con las variedades que puedan acogerse a la denominación de origen. Sin duda, el gran logro fue crear una cooperativa agrupada. -También idearon la sidra de manzana seleccionada. -Hace tres años nos dimos cuenta de que la manzana de calidad se pagaba igual que las demás y se mezclaba en todas las sidras. Pensamos que tal vez podríamos vender esas manzanas para elaborar un producto diferente. No era posible sacarla a concurso en los más de cien lagares de Asturias, que además no se han caracterizado nunca por ser muy «progresistas», así que optamos por empezar con Samuel Trabanco, que además es socio nuestro, y otros tres lagares muy conocidos. El resultado es que la manzana «buena» subió de precio y quedó demostrado que a la gente no le importa pagar más cuando se le da calidad. -�La sidra de manzana seleccionada tiene sentido ahora que ya existe una denominación de origen? -No hay que olvidar el contexto en el que surgió aquel producto. Hace tres años toda la sidra se vendía al mismo precio. Se estimuló a la gente a hacer nuevas plantaciones, incluso a luchar por la denominación. Es cierto que fue polémico. El sector sidrero es ultraconservador. Quedó demostrado con la etiqueta de las botellas. Pero todo va cuajando. Ahora tenemos denominación de origen. Es el momento de hablar de integración. De hecho se está negociando para conseguirlo. Nosotros dimos el primer paso para revalorizar la sidra. Luego apostamos por la denominación. -La producción de manzana aumenta. -Por eso es tan importante la denominación. Si no sale adelante, �a quién vamos a vender los seis o siete millones de kilos de manzana que se producirán de aquí a unos años? Este año la producción de nuestros socios fue de 2.100.000 kilos. Casi un millón fue para la denominación. El resto, salvo unos 300, para la sidra de manzana seleccionada. -�Qué necesita la denominación para ser la gran referencia de la sidra? -Medios económicos y promoción. La sidra es un producto desconocido fuera de la región. La denominación tendrá el mercado fuera de Asturias, en el resto de España. Eso cuesta mucho dinero. Debemos conseguirlo. Por nuestra parte no vamos a actuar con rencor hacia nadie.

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