Sidra a medio gas

El positivo es la reciente ratificación de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias, por parte de la Unión Europea, que en opinión del gerente de la Asociación de Lagareros de Asturias (ALA), José María Osoro, está revestido de una «importancia histórica», y se presenta como una oportunidad para defender la calidad y la autenticidad del producto local de cara al comercio exterior. El otro factor es la promesa de la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, de llevar a cabo un plan para dar a conocer la sidra en España y en todo el mundo, para colocar la sidra a la par que el vino en todos los mercados. Esta, según Osoro, es «la mayor necesidad que tiene ahora el sector». La parte negativa es que la promesa de la campaña se hizo en el verano de 2004 y aún no se ha cumplido. La Consejería de Medio Rural de Asturias se ha comprometido recientemente a llevar a cabo esta campaña. Respecto al consumo y venta de sidra durante el año pasado, Osoro señaló que ha sido un buen año. Y este hecho lo ha propiciado, precisamente, una circunstancia que ha perjudicado en parte la cosecha de manzana con la que se elaborará la sidra de este año: la sequía. El buen tiempo siempre es propicio para la sidra. Tanto los asturianos, que acuden con más frecuencia a las sidrerías, como los turistas, que recalan en mayor número en la región y, en consecuencia, en los chigres, multiplican el consumo de sidra. En cuanto a la cosecha de 2005, pese a la incidencia de la sequía y las grandes pérdidas que se auguraban, ha sido aceptable, y se ha perdido en torno al 30% de la manzana esperada, que ha sido suficiente para colmar la demanda de los lagares. Otros factores negativos que han afectado al sector han sido la subida de los carburantes y la huelga de transportes, que coincidió con la época de mayar. Con todo, el sector sidrero sigue avanzando, consciente de que su potencial en Asturias está prácticamente colmado y con la esperanza puesta en el mercado exterior, su batalla para el futuro.