Alta calidad y baja graduación, claves del éxito de la Sidra Natural Espumosa

La variedad espumosa de la denominación de origen, sin carbónico añadido, bate récords por una alta calidad combinada con su baja graduación alcohólica

La sidra natural espumosa con denominación de origen está de moda y bate récords de consumo sustentada en una calidad que reconocen los sumilleres de los restaurantes de alta cocina combinada con una graduación alcohólica baja, de unos siete grados. Los datos que acaba de publicar el consejo regulador de la denominación de origen protegida Sidra de Asturias son elocuentes. El crecimiento de ventas de esta variedad en 2021 fue del 36% respecto al año anterior, lo que supone haber pasado en ese periodo de 118.000 a 160.812 botellas. Hace un lustro apenas se sacaban al mercado 60.000 unidades. Por cierto, casi siete de cada diez botellas se comercializan fuera de Asturias. 

Aunque todavía muy minoritaria en los llagares, la sidra natural espumosa está siendo elaborada actualmente en las bodegas de Trabanco, El Gaitero, El Gobernador, Fran, Quelo y Viuda de Angelón. Entre todos, ponen en el mercado ocho marcas diferentes, alguna de las cuales es difícil de encontrar fuera de las tiendas gourmet. Desde el punto de vista de la elaboración, lo que define al producto es que su gas carbónico tiene un origen endógeno y no añadido, que se obtiene durante una segunda fermentación en un recipiente cerrado. Según las catas del consejo regulador, los aromas tienen carácter frutal con notas tostadas a madera. Su sabor es seco, con ligera acidez, frescura y bajo alcohol.

Fran Ordóñez, de Sidra Viuda de Angelón, admite que la sidra natural espumosa “cada vez va a más” y achaca el auge de los últimos años a que “cada vez se está dando más a conocer”. A su juicio, se están haciendo unas buenas campañas de promoción, pero echa en falta un trabajo de “educación” para que el consumidor conozca los distintos tipos de sidra que existen y sea capaz de diferenciarlos. También aboga por tratar de acabar con el cliché de que esta sidra solo se toma en fiestas. “Se puede degustar todo el año con cualquier comida, que es lo que hay que hacer que la gente vea”. Para el elaborador, la clave es “dar valor al producto en Asturias para que, luego, fuera también se conozca más y mejor”.

María Cardín, del Grupo El Gaitero, confirma un “crecimiento importante” en las ventas de sidra natural espumosa. “Ronda el 21%, que es una buena cifra teniendo en cuenta la situación”, afirma. En su caso, en 2021 salieron algo más de 100.000 botellas acogidas a la denominación, entre las que destaca la Etiqueta Negra, que es la marca que más aporta dentro de las de su clase.

El destino de este “oro líquido” según la empresaria, se queda en Asturias en un 15%. El 80% se reparte por el resto de la geografía española y un 5% se dedica a exportación. Cardín achaca el auge de la variedad a la novedad del producto, pero también a su calidad y a que está creada para los gustos actuales. “La sidra natural espumosa es más nueva. Cuando surgió la denominación, este tipo de sidra no se hacía en Asturias, ya que era sidra espumosa con carbónico añadido. Al final, es un producto diferente, que en los mercados nuevos crece más rápido”, señala la directora del histórico grupo empresarial de Villaviciosa.

Respecto a la incidencia de la crisis sanitaria, Cardín señala que la mayoría la de sidra espumosa se vende a través del canal alimentación –en supermercados y tiendas– lo que hizo que esta variedad no se viera tan afectada por las restricciones en la hostelería.

El uso de cookies mejorará su experiencia en este sitio web.