Cosecha de nota

Los socios del consejo regulador mostraron su satisfacción con el producto que ahora se pone a la venta. Y es que de la calificación del pasado año de «muy buena» la valoración del producto que llegará a los consumidores este verano ha sido calificado como «excelente». La fórmula mágica para conseguir esta certificación pasa por elaborar una bebida que destaque por «la franqueza de su aroma y la fresca acidez en boca». Para ello buena parte de los lagares inscritos en el consejo regulador han optado en la elaboración de la sidra por variedades de manzana dominadas por las ácidas y amargas. El encargado de loar las excelencias de la sidra tradicional, la espumosa y la de nueva expresión fue el vicepresidente del consejo José Luis Rubiera que destacó el paso dado por la sidra asturiana tras lograr la denominación de origen. No en vano se consideró que la presentación de esta cosecha representa la «consolidación de un proyecto que comenzó a caminar hace 4 años». Para Rubiera la protección de la que goza la bebida ha hecho que pase de ser popular a ser una bebida cualificada y de calidad. El número dos del consejo no dudó en afirmar que el éxito de la denominación de origen no sólo supone que «de la manzana se puedan obtener productos de calidad, sino que representa un acicate para que haya nuevas plantaciones». Y es que «hay que superar que la sidra se abastezca de manzanas de otras latitudes» ajenas a Asturias. Al igual que ya pasó el pasado año con la cosecha de 2005 el número de botellas que se pondrán a la venta en unos 400 establecimientos asturianos será de 700.000. Desde el consejo ya se trabaja en la recogida de la cosecha de este año. A pesar del mal tiempo de los últimos meses desde el consejo se espera recoger 1.250.000 kilogramos de manzana inscrita en la denominación de origen para poder elaborar un millón de litros de sidra. La gerente del consejo, Reyes Ceñal, insistió en señalar que «para estas cantidades o incluso un 50% más de litros elaborados la manzana está asegurada». Ceñal también señaló que en «bastantes zonas la climatología ha hecho un aclareo natural, lo que podría beneficiar la cosecha esperada para el año 2008 al minimizar la vecería» prevista para esta fecha. Ceñal reconoció que el clima adverso afectó negativamente a las pomaradas de Nava, pero a renglón seguido apuntó que estas suponen el 4% del total de hectáreas inscritas en el consejo. Sus previsiones son las de contar con el 70% de la cosecha esperada.

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