La sidra asturiana será protagonista de nuevos proyectos de investigación que se pondrán en marcha el próximo año, realizados por el Serida en colaboración con empresas del sector, tal como quedó de relieve en el consejo rector de la entidad dirigida por Pedro Castro, que se reunió esta semana en Villaviciosa. Uno de los proyectos se centrará en la modalidad de sidras espumosas y versa sobre la selección de levaduras autóctonas. Otro de los trabajos trata de la utilización de las borras de la fermentación de la sidra como residuos para usos industriales. Variedades de manzana A ellos se une un tercer trabajo que investigará sobre variedades de manzanas que se emplean para la elaboración de sidra. La elaboración de la sidra protegida por la Denominación de Origen «Sidra de Asturias» se realiza exclusivamente con manzana de sidra de unas variedades determinadas, que van desde las más ácidas a modalidades más dulces. Las nuevas plantaciones que se llevan a cabo en Asturias tienden a decantarse por esas variedades, que tienen garantizado un buen valor en el mercado. La producción de manzana de calidad es, a juicio de los cosecheros, clave para la supervivencia y desarrollo de la Denominación.