El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias celebró una nueva edición de la “Experiencia Cosecha”, un encuentro dirigido a medios de comunicación e influencers gastronómicos del Principado, con el objetivo de acercarles al proceso que da origen a la Sidra de Asturias con Denominación de Origen Protegida, desde la pumarada hasta el llagar.
La jornada permitió conocer de primera mano el trabajo de quienes hacen posible la bebida más representativa del Principado, poniendo en valor el esfuerzo, la innovación y el compromiso que sustentan al sector sidrero asturiano, motor económico, cultural y social del territorio.
El recorrido comenzó en la Finca Gallinal, situada entre los términos de Gijón y Llanera, un proyecto de 40 hectáreas que combina sistemas de producción tradicionales con tecnología avanzada para optimizar el rendimiento del cultivo. Allí, los asistentes pudieron conocer cómo se lleva a cabo la recolección mecanizada de la manzana asturiana y descubrir las claves del manejo de variedades como Regona o Durona de Tresali, reconocidas dentro del pliego de condiciones de la DOP Sidra de Asturias.
La visita continuó en la finca de Carbaínos, donde se mantiene un sistema de recogida manual, representativo de la labor artesanal que todavía caracteriza a muchos productores del Principado. Este contraste permitió mostrar la diversidad de modelos de producción que conviven bajo la DOP, todos ellos orientados a garantizar una manzana de calidad, base fundamental para la elaboración de una sidra auténtica y con identidad.
La jornada concluyó en el Llagar Peñón, donde los participantes siguieron el proceso completo de elaboración de la sidra natural de Asturias, desde la recepción y selección del fruto hasta el mayado y prensado tradicional. La visita finalizó con una degustación de sidra dulce y natural acompañada de una espicha, en un ambiente que reflejó la esencia y el valor de la cultura sidrera asturiana.
Con actividades como la Experiencia Cosecha 2025, la DOP Sidra de Asturias refuerza su compromiso con la divulgación, la transparencia y la promoción del sector, acercando a los prescriptores gastronómicos la realidad de un proceso que combina tradición, innovación y sostenibilidad.
El Consejo Regulador trabaja actualmente en el fortalecimiento de la relación entre cosecheros y llagares, promoviendo la colaboración dentro del sector y apostando por el sidraturismo como vía de desarrollo rural y difusión cultural.
Detrás de cada botella de Sidra de Asturias con Denominación de Origen Protegida hay un entramado de más de 400 cosecheros, 33 llagares y 1.200 hectáreas inscritas, que dan vida a 76 variedades de manzana reconocidas oficialmente.
Se nota que la Sidra de Asturias es el resultado de una historia colectiva de esfuerzo, conocimiento y pasión por la tierra. Mucho más que una bebida, es una forma de entender Asturias, su paisaje y su cultura, y un símbolo de identidad que sigue evolucionando sin perder sus raíces.