La sidra busca otros mercados

El sector sidrero asturiano se prepara para conquistar nuevos mercados a partir del próximo otoño. Septiembre es el mes que marcará el diseño de un plan de promoción para la bebida regional, anunciado por la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, durante su reciente visita a Asturias y confirmado recientemente por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces. Los lagareros asturianos dispondrán de un nuevo instrumento para introducir su producto en mercados exteriores, tal como señaló Eloy Cortina, presidente de la Asociación de Lagareros y vocal del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sidra de Asturias. Cortina destacó ayer la importancia de promocionar la sidra fuera de las fronteras asturianas, aunque recordó que la bebida ya se vende fuera desde hace algún tiempo: «Ahora hace falta darle un impulso definitivo». La campaña de publicidad, promoción y comercialización se llevará a cabo en toda España y también existen posibilidades de que la sidra salga al extranjero a través de ferias y otras iniciativas. Cortina resalta que la campaña se centrará en la sidra con denominación de origen, «aunque, sin duda, la promoción será valiosa para toda la sidra asturiana», resalta Cortina. A la campaña impulsada por el Ministerio de Agricultura para el año 2005 se unirá la que diseñará de forma específica el propio Consejo Regulador de la Denominación de Origen a partir del presupuesto que la entidad destinará este año a publicidad. Actualmente el porcentaje de sidra que se vende fuera de Asturias supone un 10 o un 15 por ciento de la producción total. Cortina explica que los lagareros manejan el objetivo de aumentar el porcentaje de sidra que va a la «exportación». A su juicio, sería todo un logro sacar fuera 800.000 botellas, del total de 1.300.000 que constituyen este año la primera sidra amparada por la Denominación de Origen. Además, otro de los objetivos que se marcan los lagareros consiste en aumentar de forma progresiva la producción de sidra. Para ello dependen en buena medida de la evolución de las nuevas plantaciones de manzanos que reciben cuidados especiales para lograr una producción de fruta constante, a fin de acabar con la vecería, la alternancia entre un año de buena cosecha y otro de escasez. Cortina explica que la expansión hacia otros mercados no significará, en modo alguno, perder de vista a Asturias como mercado prioritario. Sin embargo, añade que el consumo regional se encuentra estancado y no es previsible un crecimiento demasiado acusado a corto plazo.En un año de buena cosecha se elaboran unos cuarenta millones de botellas de sidra, pero una parte siempre se guarda para el año siguiente y no se saca al mercado. La sidra de este año comenzó a elaborarse en enero. Esas botellas deben durar hasta febrero o marzo de 2005, momento en que saldrá a la venta una nueva remesa. Toda la manzana empleada para la sidra de mayor calidad, que incluye a la denominación de origen y la llamada sidra de manzana seleccionada, pertenece a las variedades aprobadas por el Consejo Regulador de la Sidra para la realización del producto de gama alta. La fruta que sirvió para elaborar la remesa que se vende actualmente se recogió entre los meses de octubre y diciembre de 2003 y a lo largo del invierno fue pasando a los lagares para elaborar el producto que desde hace algunos meses se encuentra en el mercado. La gran transformación del sector sidrero asturiano se inició el 1 de enero de 2000, cuando se implantó el etiquetado de las botellas. En menos de cuatro años se ha recorrido el camino para lograr una denominación de origen a la que tan sólo queda recibir el definitivo visto bueno por parte de la Unión Europea. La marca de calidad para la sidra se unió en su día a la que ya existe para el queso cabrales, gamonéu y «afuega’l pitu», la faba y la carne de ternera. El precio de la sidra acogida a la denominación de origen es superior al del resto, por la necesidad de diferenciar el producto de alta calidad.

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