La sidra busca salida

La sidra tiene pendiente romper muchos tópicos y con ellos las barreras que la separan del resto de España y del mundo. Los lagareros tratan desde hace años de desterrar la absurda idea de que al otro lado de la Cordillera Cantábrica todo está perdido.La exportación, el amplio mercado que se abre al pasar la cadena montañosa, es la asignatura pendiente de la sidra asturiana, y los lagareros tienen claro que la única manera de abrir mercados es a través de promociones fuertes. El gerente de la Asociación de Lagareros de Asturias (Ala), José María Osoro, asegura que los sumilleres más importantes de España y Portugal han destacado las buenas calidades de la sidra de nueva expresión. Esta apreciación, que tanto los productores como los expertos tienen clara, debe trasladarse al consumidor. Si éste no sabe de la excelencia de la nueva sidra o, lo que es peor, de su existencia, es difícil, por no decir imposible, que triunfe.Para ello, la Administración debe centrarse en la promoción del producto. Osoro considera que lo fundamental para conseguirlo es acabar con la dispersión que existe en la actualidad. En su opinión, existen demasiados interlocutores: la Consejería de Medio Rural, la empresa pública Serpa, el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa) y los ayuntamientos. Con tantos organismos, según el gerente de Ala, «los pocos recursos que hay, que ya son escasísimos, se diluyen». Para la asociación de lagareros, es necesaria una planificación más detallada, fijar los interlocutores y, a partir de ahí, cerrar un calendario de actuaciones asumible con una buena estructura de apoyo. Osoro subrayó que «ir a una feria no es sólo plantarte allí, hace falta una planificación del organismo que acude y de los empresarios». Hasta ahora, en numerosas ocasiones se promocionaba la sidra a través de la Sociedad Regional de Turismo. Los lagareros creen que debería enfocarse de otro modo, que donde interesa dirigir la promoción es a las ferias de bebidas y agroalimentarias. Misiones inversasEl primer paso es el mercado nacional. Para acceder a él deben hacerse campañas en los grandes núcleos de población, y también acceder a la prensa especializada y los colectivos de referencia (sumilleres, hosteleros, directores de compra de cadenas de alimentación, distribuidores especializados en bebidas, comercios de ‘delicatessen’, etcétera). Otra fórmula muy eficaz son las llamadas misiones inversas: en vez de sacar el producto, traer a sumilleres y especialistas a Asturias y aprovechar la proximidad para explicar las virtudes de la bebida, con visitas a lagares y aprovechamiento de los recursos turísticos. Osoro reconoció que la Cámara de Comercio de Oviedo está ayudando mucho con medidas de apoyo a la comercialización. Al margen de esto, queda un largo trecho, y es necesario que, en vez de dejar la promoción en manos de cada ayuntamiento sidrero o cada comarca, hacer un frente común que será más fuerte y tendrá una eficacia mucho mayor.

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