La sidra con Denominación se retrasa a la primavera de 2004

La primera sidra asturiana con denominación de origen no llegará al mercado hasta la primavera de 2004. La Consejería de Medio Rural y Pesca recibió ayer la agridulce noticia: el Ministerio de Agricultura dio luz verde al proyecto, al tramitar el expediente a Bruselas, pero la protección provisional de la bebida autóctona no afectará a la producción de este año, dado que ya está en proceso de fabricación sin que se haya constituido ni el Consejo Regulador ni los correspondientes censos y controles de fábrica. El consejero de Medio Rural y Pesca, Santiago Menéndez de Luarca, se mostraba ayer entre satisfecho y preocupado, ya que considera «que hemos encontrado más apoyo al expediente de denominación de origen de la sidra asturiana en el Ministerio de Agricultura que en el Partido Popular asturiano». No dudó en acusar a los conservadores de «torpedear el expediente», para que su tramitación a Bruselas se fuera lenta para que no afectara a la producción actual, eliminando toda posibilidad de que la primera sidra de ‘marca’ salga al mercado en la próxima primavera, tal y como apuntaba en las previsiones más optimistas el Gobierno regional.No obstante, se mostró satisfecho por el hecho de que el paso «histórico» sea ya un hecho y anunció que en el plazo de quince días se constituirá el Consejo Regulador de la sidra, que estará formado por seis representantes de los productores y otros seis de los cosecheros. Precaución en el sector Dicho organismo tiene ante sí un arduo trabajo, ya que debe poner en marcha el censo de productores y cosecheros en el que tienen que registrarse, obligatoriamente, todos los industriales que deseen que su sidra entre dentro de la denominación de origen.Entre los integrantes, se da por segura la participación del presidente de la Agrupación Asturiana de Cosecheros de Manzana de Sidra (AACOMASI), José Luis Rubiera, así como el portavoz de los lagareros, Eloy Cortina, y José Cardín, presidente de los productores de sidra espumosa, ya que todos ellos firmaron el expediente que inició todo el proceso.De todos modos, la directiva inicial deberá someterse de forma rápida a elecciones en el sector.La reacción del sector ante la noticia de que el expediente ha sido remitido ya a Bruselas ha sido, sobre todo, de precaución. Tanto el ya citado José Luis Rubiera como José María Osoro, gerente de la Asociación de Lagareros de Asturias (ALA), han coincidido en afirmar que esperan «que la consejería nos lo confirme y se constituya el Consejo Regulador, ya que todo este proceso es muy delicado y las prisas no son buenas consejeras».En ese sentido, Osoro se mostró rotundo, al asegurar que «prefiero una denominación de origen tardía y bien hecha que una decisión precipitada que pierda credibilidad ante el mercado».Respecto a la composición del Consejo Regulador, ambos destacaron su carácter «provisional. Es un órgano que tiene por delante mucho trabajo que hacer, pero que será sometido a elecciones en breve». En el proceso electoral podrán participar todos los productores y cosecheros censados. En Asturias existen 104 lagares, la mayoría de los cuales están ubicados en Gijón y Villaviciosa. En cuanto a cosecheros, en el Principado hay unos 300, de los cuales 240 están asociados en la AACOMASI. Sede para el Consejo Tampoco se pronunciaron sobre la sede del nuevo organismo, para la que ofrecen locales los ayuntamientos de Gijón, Nava y Villaviciosa. Para Rubiera, el local es muy importante «porque necesitaremos mucho espacio y unas instalaciones bien equipadas, ya que será la sede del censo, del equipo de control y la oficina que impulsará todo el proyecto».El coste de toda la operación está aún por definir, aunque no será inferior a los 360.000 euros (60 millones de pesetas) que costó la puesta en marcha de la denominación de la ternera asturiana. El Gobierno regional financiará el cien por cien del proyecto.

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