Los lagareros prevén agotar la sidra con denominación

Aunque el grueso de la producción todavía no ha salido al mercado, la comercialización de las primeras partidas de sidra con denominación de origen se está saldando con resultados positivos. Hasta el momento, una decena de lagares ya han puesto a la venta más de 100.000 botellas del preciado líquido de manzana, que se pueden encontrar en las sidrerías a un precio de 2,5 euros. Los propios lagareros confían en agotar este año la totalidad de las existencias al tratarse de «un producto novedoso y 100% asturiano». El hecho de que la facturación prevista para esta campaña –1,4 millones de botellas– no sea demasiado alta es un factor añadido que anima las expectativas. «Al ser el primer año que hay sidra con denominación de origen, es previsible que la gente se una para defender un producto asturiano», apunta José María Osoro, gerente de la Asociación de Lagareros de Asturias (ALA). A su juicio, las previsiones que apuntan hacia un verano marcado por las altas temperaturas es otro de los elementos que ayudarían a un buen volumen de ventas. «Es factible que, al final de la campaña, la producción se haya agotado», asegura, esperanzado. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, al menos de momento, la cantidad de sidra de marca que hay en el mercado es bastante reducida, porque muchos lagareros consideran que aún está «tierna» y prefieren mantenerla en barril unas semanas más. Hasta ahora, y según los datos del Consejo Regulador, diez lagares han situado el producto en las sidrerías. Por lo que se refiere a la sidra de escanciar, se trata de La Nozala, Herminio, Cortina, Mayador, Norniella, El G�elu, Menéndez y Castañón. En cuanto a la sidra de nueva expresión, a los cuatro primeros del apartado anterior se suma Fanjul, mientras que El Gaitero tiene a la venta sidra achampanada. CONTRAETIQUETAS En total, el Consejo Regulador ha repartido unas 200.000 contraetiquetas que identifican las botellas con denominación, aunque no todas ellas están ya en el mercado. Gerardo Menéndez, de Sidra Menéndez, ha comercializado unas 40.000 botellas, y es uno de los más optimistas en cuanto al futuro. «Teniendo en cuenta que no ha habido mucha manzana y que la facturación será de 1,4 millones de botellas, estoy seguro de que se agotarán las existencias», advierte, incidiendo en la buena aceptación de que hasta ahora goza la bebida entre los hosteleros. Los responsables de Sidra Herminio, que han colocado en el mercado unas 17.000 botellas, entre sidra tradicional y de nueva expresión, introducen un nuevo matiz, en este caso relacionado con la próxima campaña. «Si la gente apuesta por la sidra con denominación, es muy probable que la producción se agote, pero sabiendo que el año que viene apenas habrá manzana, quizás sería mejor que quedara algo», reflexionan. Un optimismo más moderado trasluce Julián Castañón, de Sidra Castañón, que ha facturado unas 12.000 botellas. Las expectativas son, a su juicio, «buenas», aunque reconoce que el producto penetra «poco a poco» en la sector de la hostelería. «Las ventas evolucionarán de forma tranquila y progresiva», concluye.

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