Los lagareros sugieren sacrificar la sidra gasificada para salvar la Denominación

Los lagareros asturianos no están dispuestos a que las pegas puestas por la Dirección General de Calidad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a la inclusión de la sidra gasificada en la solicitud de la denominación de origen para la bebida regional supongan la paralización del proceso. En este sentido, el sector lagarero considera que si se demuestra que la sidra achampanada no tiene encaje en la denominación de origen, la solicitud debe reorientarse únicamente a la natural. El otro producto podría optar a una Indicación Geográfica Protegida (IGP), una figura menos exigente que, entre otras cuestiones, abre la puerta a la utilización de manzanas que no sean autóctonas. Se trataría, en suma, de seguir el modelo francés. Tanto en Bretaña como en Normandía, las sidras naturales están acogidas a la denominación de origen, mientras que la gasificadas se rigen por la IGP, figura que también ostentan las especialidades inglesas más emblemáticas, entre ellas las de Hereford. Sea como fuere, los lagareros entienden que tras tantos años de gestiones ya no cabe aguardar más. Están dispuestos a esperar un tiempo prudencial para ver si la sidra gasificada aún está en disposición de subirse al tren de la denominación, pero no aceptarían retrasos de importancia o volver a comenzar todo el proceso. Por su lado, la Consejería de Medio Rural del Principado está dispuesta a negociar con Madrid los contenidos de la solicitud para la denominación de origen que no convencen a la Dirección General de Calidad del MAPA. En este sentido, podría ponerse encima de la mesa una renuncia expresa a la inclusión de la gasificada en la figura de protección con el objetivo de salvar el producto natural.

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