«No sé si el precio de la botella es alto o bajo, sé que estuvo una década sin subir» Jorge García Presidente de la DOP Sidra de Asturias.

José A. Ordoñez – La Nueva España

«El objetivo es revertir la situación actual y lograr que, en unos años, el 80 por ciento de la producción se haga bajo este sello europeo», sostiene el líder del colectivo

Jorge García es desde mayo el presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias. Para el mandato, se marca como objetivo incrementar el consumo de producto acogido a esta marca de calidad, convencido de que resulta fundamental para la economía del medio rural asturiano. Además, aboga por potenciar las plantaciones de manzano para no tener problemas de abastecimiento a medio y largo plazo.

-¿Qué tal le va a la Sidra de Asturias con Denominación de Origen Protegida (DOP)?

-Estamos en un momento que se puede calificar de bueno. Ahora mismo, hay 382 cosecheros y casi mil hectáreas. Los años de manzana se producen entre 7 y 8 millones de kilos. Los años de poca manzana baja casi a la mitad, a 4 o 4,5 millones de kilos. En cuanto a los cosecheros hay una evolución bastante estable. En el ámbito de los elaboradores tenemos inscrito 33 lagares que, en números redondos, expiden 4,6 millones de contraetiquetas, que son las botellas que se venden al año. Casi todo, hacia un 97%, es sidra natural tradicional, el principal producto. Después, se venden unas 100.000 botellas de sidra natural espumosa y, muy pocas, unas 10.000, de sidra natural filtrada. En los últimos años estamos creciendo a un ritmo del 5%. Es un buen dato, porque el sector de las bebidas alcohólicas está en contracción y Sidra de Asturias está creciendo, aunque sea moderadamente. Además, tiene una situación económica y financiera saneada, buena salud y energías renovadas con la nueva junta directiva del consejo regulador. O sea, que la situación no es mala para seguir trabajando para aumentar el consumo de sidra de Asturias.

¿Ese incremento del consumo sería el mayor objetivo que se plantean? ¿Cuáles son los retos de la nueva directiva del consejo?

-Llevamos muy poco tiempo. Estamos empezando a desarrollar las políticas que queremos. Uno de los grandes retos es volver a ilusionar al sector productor, porque en los últimos años se dejó de plantar manzanos. Ahora mismo hay suficiente manzana para la sidra de Asturias, tanto los años de cosecha como los que no. Sin embargo, pensando en el futuro, a diez o quince años, puede haber un gran problema. Hay que volver a plantar y hay que volver a ilusionar para plantar manzano de sidra en Asturias. En cuanto a los llagares, a lo mejor el mayor reto es que ellos mismos ilusionen con más intensidad por la Sidra de Asturias en sus propias empresas.

-¿Y a qué aspiran en cuanto a volumen de ventas?

-Ahora mismo, la Sidra de Asturias, que es la de la denominación, supone un 15 o un 20% de toda la que se elabora en la región. Hay que trabajar por revertir esa proporción y que sea el 80 por ciento de Sidra de Asturias. Los llagares tienen que defender con más energía esta apuesta. Hay un desafío en el mercado y tiene que ser algo progresivo y acompasado. Aquí no hay procesos disruptivos. Desde el Consejo Regulador tenemos que convencer al consumidor con campañas de sensibilización, que sepa lo que representa tomar una sidra que sea Sidra de Asturias y no otra que va en una botella que parece igual, pero que no es de Sidra de Asturias. En la última campaña que lanzamos incidimos en que no solo se nota en la calidad o en el sabor, sino, sobre todo, en la repercusión tan tremenda que tiene en el medio rural asturiano y en que la riqueza se quede en Asturias. Los asturianos, a veces, parece que no sabemos defender lo nuestro. Desde el Consejo aspiramos a desarrollar una campaña a cuatro años para acertar y sensibilizar al consumidor, para que sepa lo que está bebiendo y aprecie el proceso.

-Habla de ilusionar a los cosecheros, pero ellos se quejan de que con el precio que se paga por la manzana es complicado hacerlo. ¿Habría que dar una vuelta a esos precios?

-Como presidente del Consejo Regulador, no puedo entrar en el tema de precios. No puedo valorar si son altos o bajos. Esa es una cuestión del mercado. Lo que puedo decir es que en más de una década no subieron. Es más, incluso bajaron. En 2022 tuvieron una subida. En el 23 se mantuvieron. El año pasado volvieron a subir 4 o 5 céntimos. Los datos ahí están. Hay un estudio de la Universidad sobre el coste de producción y es propósito del Consejo Regulador, que además fue el impulsor de ese informe, mantenerlo actualizado.

-Dos llagareros se han posicionado en los últimos días a favor de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) frente a la DOP de la sidra. ¿Qué le parece?

-Desde el Consejo Regulador, queremos poner el énfasis en que la DOP es una marca de calidad protegida con un respaldo europeo y que responde al interés general de la región. Es una marca de todos los asturianos, que fue aprobada por todo el sector en 2001. La DOP es el máximo grado de reconocimiento de origen y de calidad que puede tener un producto. El futuro es lo que nos preocupa, el sector productor y las medidas que hay que tomar para que se plante manzana, por mucho que ahora haya suficiente para hacer frente a la demanda de la DOP. Yo creo que se está forzando una polémica que no es real, tratando de justificar el no estar dentro de la denominación, que es un organismo abierto a todos, y defender intereses particulares. Recuerdo, para quien no lo sepa, que la diferencia entre una DOP y una IGP es que la primera tiene un vínculo total con la zona geográfica en la que se desarrolla y es obligatorio que todas las fases del producto se hagan en la región. La IGP solo obliga a hacer una de esas fases, si se quiere. Algunos estarán pensando en importar la manzana barata de fuera y esas cosas. Dicho de otra forma más clara, yo creo que es una polémica que se quiere crear, que no existe, que es ficticia y que quiere confundir nuevamente al consumidor. Defender una IGP hoy en día es querer acabar con el sector productor de manzana, que está en una situación delicada y recibiría la puntilla. Hoy por hoy, hay manzana suficiente y estamos trabajando para que, en el futuro, el 80% de la producción sea con denominación de origen.

-¿Qué le parece que LA NUEVA ESPAÑA dedique una colección de libros a la sidra asturiana?

Me parece una iniciativa muy acertada, máxime este año que celebramos el reciente reconocimiento por la Unesco de la cultura sidrera asturiana como patrimonio inmaterial de la humanidad. El profundizar en el conocimiento del mundo de la Sidra de Asturias siendo como es la sidra una bebida emblemática para los asturianos y a la vez tan desconocida para la mayoría, veo muy acertado dar a conocer su cultura, su producción, el sector, sus retos, problemática , tipologías… Estoy seguro de que tendrá una muy buena acogida entre los lectores y nos ayudará a comprender un poco más nuestra bebida regional y, sin duda, nos ayudará a preservarla. Enhorabuena por la iniciativa y a disfrutar de la Sidra de Asturias todo el verano, capitulo a capitulo.

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