Sidra más tardía pero con mayor graduación

Todos aquellos a los que les gusta la bebida regional por excelencia están de enhorabuena. Y es que durante estas últimas semanas de junio y las primeras de julio llegarán a las sidrerías y a los puntos de venta habituales las primeras botellas de sidra natural de la cosecha de 2010. Aunque algunos lagares ya han comenzado a distribuir su producto, alguna de las principales empresas del sector -caso de Trabanco- han embotellado el caldo esta misma semana con el objetivo de que esté a disposición del público este mismo fin de semana. Otras marcas de calidad, como son las incluidas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) ‘Sidra de Asturias’, esperarán hasta el 5 de julio, día en el que este organismo hará la presentación oficial de la cosecha.
Este retraso de las sidras, que de manera generalizada han tardado más en alcanzar su punto óptimo de maduración, se debe a dos motivos: a un invierno algo más frío que otros años y a una mayor cantidad de azúcar en el fruto que se ha traducido en una mayor graduación alcohólica. Así lo cree el lagarero gijonés Samuel Trabanco, quien explica que su producción de sidra de manzana seleccionada se ha retrasado seis semanas más de lo previsto debido a estas dos causas. «Este año viene con algo más de alcohol, aunque todos los años la sidra es diferente. Se trata de un producto natural y la labor del lagarero es acertar con los trasiegos para ajustar la bebida», señala.
José María Osoro, presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias (ALA), confirma este incremento de los niveles de alcohol en la bebida y los atribuye a que durante la primavera y el verano pasado los frutos recibieron más horas de sol. «Las sidras tienen algo más de alcohol y algunas superan los 7 grados, aunque es un aumento que el consumidor no va a notar. No va a enfilar más», explica.
Reyes Ceñal, gerente del Consejo Regulador de la DOP, indica que este año han tenido que retrasar la presentación de la cosecha porque muchas de las sidras incluidas en esta marca de calidad «estaban demasiado tiernas para calificarlas y ha habido que esperar un poco». Respecto al nivel de alcohol, Ceñal señala que «desde hace dos años sí que hemos notado que viene con más alcohol; 6,5 grados en la natural y 7, en la espumosa. No sabemos si se debe a que hace más calor o si puede influir que las variedades de manzana son autóctonas».
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