El Royal Bath and West Show, uno de los tres festivales agroalimentarios más importantes del Reino Unido, que se celebra en Shepton Mallet, un idílico lugar de la campiña de Somerset, en el Reino Unido, fue este año más asturiano que nunca. La sidra asturiana Españar, de Martínez Sopeña, con denominación de origen, triunfó con el primer puesto en el «ranking» de sidras internacionales presentes en el certamen, cuyo comité organizador preside Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex, esposa del príncipe Eduardo de Inglaterra, tercer hijo de Isabel II.
El galardón, concedido a esta sidra natural de nueva expresión, fabricada en El Gobernador (Villaviciosa) y amparada por la marca de calidad, llega de una de las tierras más sidreras de Europa, la referencia de la bebida de la manzana en Inglaterra. Bath, en el sudeste de Inglaterra, se encuentra en la región de Somerset, una zona cuajada de manzanos, rematada por colinas, donde tienen su cuna empresas como la del sidrero John Thacher, premiado en 2006 por la Fundación de la Sidra o las queserías de Cheddar, nombre de un pueblecito del condado.
La sidra de Asturias está presente en el festival inglés, con siglo y medio de historia, desde hace cuatro años. El salto de la bebida regional a la cita británica que reúne a más lores y ladies por metro cuadrado, fue propiciada por el empresario inglés de origen asturiano Michael Velasco. Velasco, que recibió en octubre la gran Cruz de Isabel la Católica, por su contribución al desarrollo de las exportaciones de frutas y verduras españolas al Reino Unido, fue el encargado de explicar a la condesa los secretos del escanciado de la sidra asturiana. La esposa del Príncipe Eduardo apareció por sorpresa en el expositor de la sidra de Asturias.
La ex relaciones públicas disfrutó de un culete escanciado por la lenense Natalia Menéndez, habitual de los campeonatos de Asturias, que acudió por tercera vez a Bath para echar unos culetes, una exhibición que deja asombrados a los ingleses. «¿Por que se escancia la sidra? ¿Puede tomarse directamente de la botella?». Ésas fueron las preguntas que la condesa realizó a Michael Velasco, cuando el empresario de origen asturiano le dio a probar la bebida regional asturiana.
Sophie Rhys-Jones, brillante ex empresaria del mundo de la comunicación y la primera mujer de clase media, sin antepasados nobles, que entró en la Casa Real inglesa, quedó encantada con la sidra y con el escanciado. Velasco le contó que se escanciaba para que el sabor, olor y demás propiedades de la sidra se manifiesten al cien por ciento. Luego le preguntó si quería probar la misma sidra sin escanciar y luego escanciada para percibir la diferencia y la condesa no se lo pensó dos veces. La presidenta del festival, que sustituye al duque de Gloucester al frente del consorcio de este evento, reconoció que había mucha diferencia y que apreciaba los beneficios del escanciado. Incluso añadió que en otras circunstancias le hubiera gustado a ella misma emular a Natalia Menéndez, botella y vaso en mano; pero no era el mejor momento.
La mujer del príncipe Eduardo acudió al festival de Bath como van las señoras a esta cita, que equivale a Ascot en versión rural. Vestido de gasa, zapatos de charol y chaqueta con encajes. Una de las tradiciones es la comida bajo la carpa, con porcelana de Sajonia y cubiertos de plata, inglesa, naturalmente.
La sidra «se paseó» entre los partidos de polo que se disputaban cerca de la carpa de los elaboradores de sidra -cuyo espacio central fue reservado a la bebida asturiana- y las imponentes reses de la raza hereford, oriunda de la zona.
La denominación de origen estuvo presente en Bath con sus sidras institucionales de la mano de la empresa asturiana Ibérica Food & Culture. En el festival es habitual la presencia de miembros de la nobleza británica. La mayoría poseen explotaciones agropecuarias. La asistencia de la esposa del príncipe Eduardo ha sido emocionante para los organizadores y, por supuesto, para la delegación asturiana.