Fallece Sergio Álvarez-Requejo, el gran valedor de la manzana de sidra asturiana

Corría el año 1956 cuando el joven ingeniero agrónomo gijonés Sergio Álvarez-Requejo Morán llegaba a Villaviciosa para dirigir la Estación Pomológica. Se iniciaba una nueva época en la institución, clave para la recuperación y evolución de la manzana de sidra. Álvarez-Requejo falleció el lunes en Oviedo a los 77 años, y con él se va parte de la historia reciente de la fruta asturiana por excelencia, origen de la bebida que el ingeniero gijonés tanto contribuyó a desarrollar. Sergio Requejo, como se conocía a este precursor de la modernización del campo asturiano, estuvo al frente de la Pomológica -que dio lugar al actual Serida- hasta 1982. Le habían precedido en el cargo Ignacio Casado Huerdo, que permanecería en la plantilla como perito agrícola hasta entrados los sesenta, y el también ingeniero José García Gutiérrez. El actual director del Serida, Pedro Castro, tenía ayer palabras de cariño para uno de sus predecesores, cuya labor aún inspira el quehacer diario en la casa. «De lo que hizo Requejo nos sirve todo; las etapas en las instituciones se suceden unas a otras y el trabajo que van haciendo los diferentes equipos no muere con ellos», subrayó Castro. En la finca villaviciosina permanecen colecciones de manzanos plantadas por Requejo que hoy día están dando soporte a la denominación de origen de la sidra de Asturias. «Eso hay que reconocérselo a Requejo; durante los años noventa su prospección de variedades de manzano de sidra se trasladó a toda Asturias», añadió. El sierense Manuel Coque Fuertes, colega y amigo de Álvarez-Requejo, le sustituyó al frente de la Pomológica. Ayer, tras conocer la fatal noticia, no le salían más que palabras de elogio para un hombre del que destacó su disposición a hacer favores: «Siempre estaba dispuesto a ayudar a quien lo necesitaba, por eso siempre tuvo muchos amigos». Aunque Requejo pasará a la historia del campo asturiano por su contribución al manzano, no es menos cierto que le interesaban todos los frutales. De hecho, fue precursor de la introducción de los pequeños frutos en la región. Coque señalaba ayer que en el año 1982 impulsó plantaciones de frambueso y arándanos en Tineo. El diputado regional del PP Luis Peláez calificó de «gran pérdida» la muerte de Requejo. «Se nos ha ido gran parte de la ciencia agraria asturiana», aseguró. Peláez opina que muchos de los errores que se han cometido con la huerta asturiana se deben a haber apartado a Requejo de sus responsabilidades por razones políticas. Álvarez-Requejo formó parte del grupo que impulsó UCD en Asturias, con Luis Vega Escandón, el también recién fallecido José María Alonso-Vega o Joaquín Cores. El funeral por Requejo, que deja viuda, cinco hijos y seis nietos, se celebra hoy, a la una y cuarto, en la iglesia ovetense de San Juan el Real.

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