La Indicación Geográfica Protegida será la solución para regular la sidra gasificada

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha recomendado al Principado de Asturias que utilice para regular la sidra gasificada de la región la Indicación Geográfica Protegida (IGP), una figura menor que tiene menos exigencia que la denominación de origen pero que servirá para localizar la procedencia del producto. El MAPA anunció que apoyará la IGP para esta sidra asturiana siempre que se elabore con manzanas 1as. No sería lógico que el Gobierno de España protegiera una bebida elaborada con materia prima procedente de otros paises. Actualmente, tanto para la sidra natural como para la gasificada, muchos elaboradores utilizan manzanas procedentes de otros paises de Europa. La IGP garantizaría el consumo de manzana 1a. Esta es la gran diferencia con la denominación de origen, que requiere que las manzanas con que se elabora la sidra sean todas autóctonas de Asturias. La sidra achampanada tiene una larga tradición en Asturias y, de hecho, en las normas nacionales que regulan la producción de sidra, sólo se conoce con este nombre a la sidra gasificada, y la natural es tan solo una variedad. La voluntad de cambio y de apertura a otros mercados de la sidra asturiana obliga al Gobierno central a plantearse si la regulación legal de este producto en el ámbito nacional es suficiente tal como está para abordar todos los cambios que está sufriendo. No parece lo más correcto considerar la sidra natural una variedad de la gasificada, sino que ambas son dos productos derivados de la misma materia prima pero con distinto tratamiento. Con todo, la solución de la IGP terminará con el conflicto y los problemas surgidos a raíz de la existencia de los dos tipos de sidra, y permitirá que ambos entren en el mercado con los requisitos necesarios.

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