«Promocionar la sidra con denominación de origen en todas sus expresiones, resaltar las ventajas de la producción en Asturias y hacer participar al público en el producto». Con estas premisas, se presentó ayer la campaña anual del Consejo Regulador de la Sidra, que este año se denomina ‘Investigando el origen’ y que tiene como protagonistas a los consumidores, que tendrán que hacer de detectives del origen y la calidad.
Según explicó Reyes Ceñal, gerente del Consejo Regulador de la Sidra, la campaña estará dividida en cuatro fases. La primera se desarrollará durante hasta enero de 2013 y se llevará a cabo utilizando unos kits para establecimientos hosteleros, con acciones en las redes sociales e información a través de códigos QR. Servirá para promocionar la sidra con denominación de origen y englobará a las otras tres fases.
La segunda, bajo el nombre de ‘Apadrina un manzano’, se llevará a cabo entre junio y agosto para promocionar la sidra natural con denominación de origen. Entre otras acciones, se celebrarán los premios ‘Apadrina un manzano’, con una espicha y visita a un llagar incluidas.
Por su parte, la tercera fase, ‘Su última expresión’, promocionará entre septiembre y diciembre la sidra de nueva expresión y su reclamo principal será un concurso artístico en el que el ganador será el encargado de ilustrar las felicitaciones de Navidad del Consejo Regulador. Por último, la cuarta fase, ‘Un caso de burbujas’, se centrará entre noviembre y diciembre en la promoción de la sidra espumosa, a través de degustaciones en sidrerías y restaurantes.
Eloy Cortina, presidente del Consejo Regulador de la Sidra, señaló la necesidad de contar con más cosecheros «para garantizar una manzana de calidad» y apostó por «estar todos unidos para ser más fuertes». Por su parte, el consejero de Agroganadería y Recursos Autóctonos, Albano Longo, reconoció la labor de los lagareros que cultivan sus propias pomaradas y recordó que Asturias es la primera región española en producción de sidra y la cuarta productora mundial: «Tiene que ser objeto de un cuidado especial, con mucho mimo, y tiene que estar exenta de las normas anti-botellón; debe equipararse a la cerveza y al vino», señaló. Asimismo, el consejero abogó por cuatro grandes retos para la sidra: que se declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que se duplique la superficie cultivada de manzana de sidra, que se facilite el acceso al alquiler de tierras y que se abran y consoliden nuevos mercados. «Con su enorme potencial y el empuje de los lagareros, se puede contribuir a mejorar la economía asturiana», aseguró.