Un millón de litros con denominación de origen

El consejo regulador de la denominación de origen protegida «Sidra de Asturias» presentará hoy en sociedad las botellas de la cosecha de 2004. Es la segunda cosecha que se pone a la venta desde la aprobación de la marca de calidad, y la primera, tras la ratificación definitiva, por parte de Bruselas, de la denominación que ampara a la bebida regional. La campaña de 2004 se saldó con un total de 280 cosecheros inscritos en la denominación. Prácticamente, la misma cantidad registrada en la campaña 2004-2005, a la que pertenece la sidra que ahora sale a la venta. Los cosecheros reúnen 477 hectáreas de pomaradas con manzanas aptas para la sidra con «marca», divididas en 705 parcelas. En la pasada campaña se elaboró un millón de litros de sidra con denominación de origen. Hasta la fecha se han embotellado 400.000, pertenecientes a la campaña 2004-2005. Las previsiones apuntan a un aumento en la cantidad de sidra comercializada con denominación de origen. Entre mayo de 2004 y julio de 2005 el consejo regulador expidió 512.000 contraetiquetas, para otras tantas botellas amparadas por la marca de calidad. Los datos actuales también confirman las estimaciones realizadas por José Cardín, presidente del Consejo Regulador, quien calculó que la sidra con denominación de origen llegará a un millón de botellas en la primavera de 2006. Cada botella que llega al consumidor tiene por lo general 0,75 litros, por tanto llegar al millón supondrá embotellar 1.750.000.000 litros, que casi duplicarán la producción de la campaña que ha culminado. De un lustro a esta parte los lagareros saben que el consumo de sidra en la región ha tocado techo. Aun así, no está nada mal. Los asturianos se beben cada año 30 millones de litros de sidra, casi el noventa por ciento de la producción total. El resto se vende por distintos puntos de España, Madrid, Levante… Así lo avalan las sidrerías que proliferan en la capital del reino y otras ciudades 1as. Cada vez más cajas cruzan el «charco» o se van a países como Bélgica, y en general allí donde existen colonias significativas de asturianos. Buscar nuevos mercados es el gran reto al que se enfrenta el sector, tanto en el caso de la sidra con denominación de origen como en lo que atañe a la sidra que carece de marca de calidad específica. En ese deseo de buscar nuevos horizontes se enmarca un estudio de mercado sobre expectativas de consumo de sidra en España, promovido por el Consejo Regulador, la Administración regional y la Cámara de Comercio de Oviedo. El informe medirá los niveles de aceptación de los diferentes tipos de sidra y será la base de la nueva campaña de promoción.

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